El bosque de la desolación


La luna se elevaba por mi espalda, tan vigorosamente como lo venia haciendo desde ya varias noches. El viento resoplaba con toda su fuerza, parecía que mi visita a este lugar no era bien acogida. Desde el primer momento en que me habría sumergido en las tinieblas de este oscuro bosque, sentí como el frió se apoderaba de mi cuerpo, de toda mi alma. Era como si una fuerza misteriosa, escondida en lo más recóndito de la oscuridad, pedía a gritos mi muerte. Pero no estoy listo para darle la espalda y desertar de mi objetivo, no… tengo que encontrarlo, cueste lo que cueste, lo encontraré y terminaré con su vida.
Sigo mi marcha, sin dejar de mirar detenidamente todo lo que me rodea. Pero aun así no puedo confiar de mi vista, la lobreguez no me lo permite. Tengo que estar atento a cualquier simple movimiento, cualquier ínfimo sonido, cualquier insignificante aroma.
¡Demonios!, llevo una hora recorriendo este tenebroso bosque y no logro presenciar ni la mas mediocre presencia. La desesperación se esta apoderando de mí, mi impaciencia llego a su limite.
-¡¡Te ordeno que te presentes de inmediato!!- No pude aguantarme y saqué el grito que se ahogaba dentro mió. Callé, y presté atención… no logro escuchar nada. Parece que el silencio se sumió más aun en la profundidad de este oscuro bosque. Fuera lo que fuese, no tenía intenciones de salir de su escondite.
-¿Ansías morir tan desesperadamente? Entonces te revelaré mi presencia para luego continuar con mi profundo descansar- ¿De dónde ha salido aquella voz? Miro a mí alrededor intentando presenciarla, pero pareciese como si los únicos capaces de haber comentado tales palabras, fuesen los gigantescos árboles. Sin más remedio, y con la intriga rodeando mis pensamientos, lo único que me queda es responder.
-¿Quién eres tú? ¡Te ordeno que me respondas!- Las ideas que pasan por mi cabeza no son claras, el escalofrió que recorre mi cuerpo no me deja pensar con claridad.
-¿Ordenarme? ¿Quién eres tú para ordenarme algo a mí? Tan solo un miserable humano que no logra reconocer lo que con tantas ansias busca, ni aun cuando esto esta enfrente de él- Por fin, lo encontré. Tanto esfuerzo y al fin podré cobrar mi venganza.
¿Qué me pasa? Siento una fuerza extraña que me eleva en el aire, ¿Qué me esta pasando? ¿Qué es esto? Estoy flotando en el aire, como si una misteriosa magia se apoderara de mi cuerpo.
-¿¡Qué me esta pasando!?¿Qué es esta magia negra? ¡Suéltame en este instante!
-¿Soltarte? Si apenas nos empezamos a divertir… Has cometido el grave error de adentrarte a mí bosque, ¿Por qué motivo? ¿Por la muerte de tu esposa?... Jajajaja- La penetrante risa de aquella misteriosa voz resonó en todo el bosque- Lamento tener que decírtelo, pero te han engañado…
-¿Engañado? Tú eres un asesino, y vengaré la muerte de mi amada, te mataré aunque sea mi último anhelo.
-¡Ya basta! Has osado introducirte en mi bosque, y perturbado la tranquilidad que me rodea. Es hora de terminar con todo esto pero te prometo algo, no te dolerá… por lo menos no físicamente.
Flotando en el aire, y sin la menor posibilidad de realizar movimiento alguno, solo mi deseo de terminar con todo esto mantenía vivo mi ser. Poco a poco la oscuridad del bosque se fue volviendo total, y ahora no logro visualizar ni los árboles que hace un segundo me rodeaban.
Una voz lejana empezó a resonar en mi mente, apenas la escucho claramente, pero pareciese como si se estuviese acercando, poco a poco.
-¡¡Padre, padre!! ¡Mi madre ha sido lastimada, un extraño sujeto salio del bosque mientras lavaba la ropa, y la ataco!
Esa voz… Anelth, hija; ¿Qué esta ocurriendo? ¿De donde ha salido esa voz?, ¡Hija!
-¿¡Cómo!? ¿¡Donde esta!?
-¡Ven!, rápido…
¿Qué es esto? ¿Por qué escucho la conversación con mi hija?... ¡Estoy empezando a ver dos figuras a los lejos arrodillados! Espera, ¡Soy yo! Y esa que esta en el suelo es… es…
-¿¡Donde se fue!? Hija, ¡Dímelo!
-Sa-salio hacia el bosque, no pude hacer nada…
-Quédate aquí, no te muevas.
-¡¡Padre!!
-¡Quédate aquí!
La borrosa y lejana figura se levanta, rápidamente, y sale directamente hacia el bosque, ¡Soy yo! Siento una tranquilidad que no había experimentado desde hace varios horas, frente a mí las dos personas que he amado en mi vida, una tendida en el suelo, sin la menor señal de vida…Y aun con un aire tenso, el silencio se hace notar.
Mi pobre hija, arrojada sobre el cuerpo sin vida de su madre, y yo sin poder vengarla…
Una lágrima salio de mi ojo, para recorrer toda mi mejilla. Siento una impotencia inexplicable, lo siento hija, lo siento… Parece que este es mi fin.
Mi hija se levanta, esta sacando algo de su bolsillo, ¿Qué es eso que tiene en la mano? ¿Un cuchillo? ¿¡Qué pasa!?
-Lo siento madre… padre. La hora de su final ha llegado, todo ha terminado…Lo siento…
Una extraña figura se acerca a Anelth, y coloca la mano en su hombro. ¿¡Qué has hecho Anelth!? ¿¡Que ocurre!? ¡¡Hija!! Todo volvió a quedar a oscuras.
-Lo siento, nunca debió entrar a mi bosque… Le advertí, pero no hizo caso, ahora todos pagaran por su ineptitud. Y tú tendrás tiempo de reflexionarlo en mi eterna oscuridad…
Las palabras no salen de mi boca, todos mis esfuerzos son en vano, no siento ni mi cuerpo ¿Así es la muerte? ¿El castigo eterno? ¿Infinita tranquilidad, oscura eternidad, devastación total? Pronto lo descubriré…

Fin.